México al paso, Rancagua.

El jueves me dirigía con mi pololo a Chilexpress para retirar una tiara de flores que me gané en Aguaymiel Productos, íbamos con la idea de comprar unos completos para luego hacer unas fotos en el Parque Koke cuando pasamos por fuera del restaurante Mexico al paso, el cual hacía un tiempo ya queríamos visitar.

Como íbamos cortos de tiempo acordamos volver después de retirar la encomienda.

Por el retorno –y mientras me probaba la tiara- nos encontramos con una pareja de titiriteros en pleno show.Tenemos su DVD desde hace 2 años y medio… fue mágico encontrarlos justo ese día que me despedía de mi ciudad.

 Ya en el local, estuvimos viendo la carta unos cinco minutos ¡Se veía todo tan rico! Pero no teníamos ni idea qué pedir sin caer en burritos y tacos… Estaba por pedir unas “endiabladas, solo para machos” cuando se nos acerca el encargado del local y nos pusimos a conversar. Entre maravillarme con los difusores de luz, los cuadros (en papel y tejidos), las mesas y la charla, le dijimos que no conocíamos mucho de la comida así que amablemente nos recomendó lo que a su parecer era lo más adecuado para iniciarse en ella, la cual es preparada por mexicanos!!

Mientras esperábamos a que llegaran los platos, nos dejaron unos snacks con una salsa de ají y jugos naturales de tamarindo y Jamaica. Entre todo eso, seguimos hablando con el encargado quien nos contaba sobre los productos de su país, los que lograban encontrar acá y los que debían exportar. Quedé antojadísima de una michelada mexicana con jugo de almeja, tomate y otros ingredientes… (Llegué a pensar que la michelada de la que me hablaba nunca llevó cerveza… vayan y pídanla por favor, para salir de la duda).

A los minutos llegaron unas enchiladas suizas y carne de vacuno, ambas con porotos refritos y picantes… pero PICANTES!! Tan picantes que los jugos no duraron toda la comida. Obviamente antes nos advirtió del poder del ají, dándonos la opción de prepararlos suaves, pero queríamos probar el plato "original". 

 A cada bocado se me iluminaban los ojos, agradezco tanto cuando al fin encuentro un restaurante donde preparan buena comida.
Recuerden darle me gusta a la página de facebook de México al paso (que les vuelvo a dejar el link), ya que a los 200 likes habrá concurso <3

Grato ambiente, servicio rápido y alegre.
   
Le pongo 4 campanillas de 5 solo porque no tengo otro restaurante en Rancagua con el cual comparar.

  

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Hasta luego, Rancagua. 
Volveré a tus calles de noches tranquilas y escasas de gatos amables, donde los perros no comen pan y siempre hay alguien a quien comprarle parches curitas a $100. Volveré a tus domingos fomes...
Esa ciudad que atrapa sin tener mucho que entregar. Me encantas y no te cambiaría ni por mil gatos.

Todas las fotos son propiedad de Claudio Carrasco S.